En muchas ocasiones tenemos que redireccionar una URL a otra página para evitar errores como el maldito 404 y su dead link. Con esta entrada vamos a solventar la duda de la redirección 301 y su efectividad.
Supongamos que has realizado recientemente una auditoría SEO y aprecias que existen contenidos que te gustaría colocarlos en otra página y reutilizarlos para explicar mejor a tu audiencia un tema en concreto.
Seguramente tienes la idea de redirigir con un 301, pero… puede que pierdas autoridad para tu dominio, o simplemente una bajada de puestos en la clasificación del SERP de Google.
Respuesta
Siempre que podamos no debemos hacer redirecciones. Cada vez que escribamos el nombre de una URL nueva debemos tener en cuenta muchos aspectos e intentar que sea un contenido evergreen en la mayoría de los casos.
En el supuesto de que no tengamos otro remedio, ya sea porque fue un asunto viral o porque ahora no trabajamos con ese productos, lo mejor es ser rápidos y no dudar en hacerlo. Debes hacer la redirección lo más rápido posible para evitar que sigan enlazando externamente a la antigua URL.
Los redireccionamientos 301 no suelen tener problemas con la autoridad, pero si pueden tenerlos con el rendimiento. Dependiendo del número de redirecciones estaremos haciendo trabajar el doble, el triple .. a los rastreadores de Google.
En caso de que la nueva URL tenga un contenido muy diferente puedes tener problemas con Google y que no termine de detectar bien su valor. Tendrás que estar atento a los logs y rendimiento de Search Console para poder evaluar si has tenido éxito en el cambio.
Muddleconsejo: Quizás deberías dar avisos a Google de otro modo para que esa nueva URL tenga más señales positivas. Se nos ocurre que una campaña de anuncios en alguna red social podría ser ventajosa, o cualquier tráfico de referencia a tu nueva página. Dale una vuelta!